Cruzarse de rodillas es peor que cruzarse de tobillos: ¿Por qué sentarse con las piernas cruzadas es perjudicial?

Los expertos recomiendan no adoptar esta costumbre, puesto que puede traer daños para la pelvis, la columna e incluso el cuello.

 


Una costumbre muy común en la población preocupa a los expertos, sobre todo porque estas preocupaciones están siendo avaladas por la ciencia durante los últimos años, se trata de sentarse con las piernas cruzadas.

De hecho, un estudio publicado en 2020 determinó que esta posición tiene efectos negativos en los ángulos de la pelvis, postulando que sentarse con las piernas cruzadas aumenta la posibilidad de desalinear la cadera en el futuro.

Asimismo, la investigación plantea que el cruzar las piernas también cambia la velocidad en la que circula la sangre por las extremidades inferiores, lo que explicaría por qué después de un largo rato en esta posición, una de las piernas tiende a adormecerse.

Además, también puntualiza en que sentarse con las piernas cruzadas a la altura de las rodillas es incluso más dañino que cruzar sólo cruzar los tobillos, puesto que aumenta la presión arterial, haciendo que el corazón trabaje de más para contrarrestar este efecto.

 


¿Qué dicen los expertos sobre sentarse con las piernas cruzadas?

Ante estos resultados, Adam Taylor, profesor de anatomía clínica de la Universidad de Lancaster puntualizó sobre esta costumbre y explicó a fondo las complicaciones que puede traer para la salud.

Cuanto más tiempo y con mayor frecuencia se siente con las piernas cruzadas, más probable es que experimente cambios a largo plazo en los músculos y los huesos de la pelvis. Y debido a la forma en que su esqueleto está unido, cruzar las piernas también puede causar una desalineación de la columna y los hombros”, explicó en un artículo para The Conversation.

Esto porque la pelvis es considerada el “centro de gravedad” del esqueleto, y al verse afectada por esta posición es la columna la que debe compensar la postura del cuerpo, afectando a los huesos del cuello, explica el experto.

“Su cuello también puede verse afectado debido a que un lado del cuerpo es más débil que el otro. El mismo desequilibrio se puede observar en los músculos de la pelvis y la espalda baja como resultado de una mala postura y el estrés y las tensiones causadas por sentarse con las piernas cruzadas”, detalla.

Sobre los efectos de la pelvis, puntualiza en que esta puede desalinearse debido a la tensión prolongada que generan los glúteos al momento de sentarse en esta posición.

En la misma línea, también señala que “sentarse con las piernas cruzadas durante mucho tiempo aumenta la probabilidad de escoliosis y otras deformidades, como el síndrome de dolor trocantérico mayor”, por ejemplo.

 


Efectos en hombres y mujeres

Mientras que sobre las diferencias entre hombres y mujeres, por tener anatomías distintas, aclara que para las mujeres es mucho más fácil adoptar esta postura debido a que tienen mayor flexibilidad en la pelvis.

En cuanto a los hombres apunta que “hay evidencia de que cruzar las piernas podría afectar la producción de esperma“.

Esto último por la temperatura de los testículos, que deben mantenerse a 2 °C y 6 °C por debajo de la temperatura estándar, pero al cruzar las piernas pueden llegar a 3,5 °C.

“Un aumento en la temperatura del escroto o de los testículos puede reducir tanto el conteo como la calidad de los espermatozoides“, explica.

Por último, también apunta al nervio peroneo, que está en la parte inferior de las piernas y que al cruzarlas presenta “riesgo de compresión y lesión”.

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